Importantes temas nos presenta esta nota sobre la crítica de una película, y mucho más. ED.
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México. 20-02-2011.- Presunto culpable es un fenómeno que hay que observar. En el cine y fuera de él. Este recomendadísimo documental sobre un hombre injustamente sentenciado a veinte años en prisión por un homicidio que nunca cometió, ha gozado de una inédita campaña de marketing y relaciones públicas que no nos invita, nos manda a ir a verla.
¿Por qué no? Ojalá toda cinta mexicana tuviera el espaldarazo de una fuerte campaña publicitaria, y enhorabuena por los que pueden costear esos vuelos mediáticos.
Sin embargo, el ángulo de esta campaña no deja de parecerme el de alguien que no hace mucho despertó y tuvo en el género documental mexicano su máxima revelación siendo que, si algo se ha estado haciendo excelentemente en este país desde hace más de diez años es el documental, no se diga el de denuncia y corte criminalístico.
Un poco arrogante incluso me parece la promoción de Presunto culpable pues, en su tono efusivo, es como si ignorara toda una tradición de realizadores que han exaltado temas delicados y urgentes para la sociedad mexicana.
Hay quienes piensan que un crítico no debería manchar la integridad de una gran película como ésta (sin duda lo es) ocupándose de detalles como su campaña de promoción. Con el perdón de los puristas, la vida de una película es también el cómo se la venden a la audiencia y, en un país en el que no se saben hacer pósters, ni trailers, una campaña publicitaria como la de este documental es, por default, un tema de interés.
Esta misma semana los medios dedicaron sus principales espacios a la tensión diplomática México-Francia, producto de la sentencia a otra presunta culpable, Florence Cassez quien, por cierto, ya a nadie le importa si es inocente o culpable pues lo que está en agenda son los conflictos generados por su petición de extradición.
Quizá la campaña de Presunto culpable busca aprovechar este viento mediático a su favor para hacernos entender algo que, una vez fuera de la agenda noticiosa, volveremos a ignorar, como si al salir de los titulares desapareciera por completo: no, no es que el sistema de justicia en México está podrido, lo que quieren decirnos es que tenemos que actuar al respecto.
Antonio Zúñiga fue acusado del asesinato de un pandillero al que nunca conoció y sentenciado a veinte años en prisión sin ninguna prueba de su culpabilidad. Sorprendidos por las irregularidades de su expediente, sus dos abogados (quienes dirigen también el filme) consiguieron que el juicio se realizara de nueva cuenta y, esta vez, hicieron mayor presión grabando todo en video.
Presunto culpable es una dosis de conciencia urgente y un ejemplo de cómo los medios masivos, en ocasiones, pueden resultar más impactantes que las leyes.
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Fuente: Milenio on line http://impreso.milenio.com/Nacional/2011/02/22/
Enalce a nota completa: http://impreso.milenio.com/node/8914739
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